domingo, 23 de junio de 2013

CAPITULO 4

Nos dirigimos de vuelta a la playa, esta vez acompañadas de Marc. Es un chico alto, moreno y musculoso. También es muy simpático, no ha dejado de sonreír y de hacer bromas en todo el rato para que nos relajemos. Cuando llegamos a la playa, Marc nos conduce hasta un gran promontorio de rocas. La vista desde lo alto es increíble, como todo en esta ciudad, que me impresiona más y más a cada minuto que pasa.
-Aquí podremos hablar tranquilos-dice Marc
Me mira, y sé que quiere que le cuente de qué conozco a ese Creador. Empiezo a contarles todo lo que ha pasado hasta ahora: Les hablo de cómo me encomendaron esta misión, de cómo me monté en el avión hacia aquí y noté esa mirada fría y calculadora en la espalda y supe al instante que me estaban siguiendo. No tardo más de media hora en contarle todo lo sucedido y mis pensamientos al respecto.
-Creo que debemos andarnos con más cuidado-concluyo-, que ese Creador sepa de nuestra existencia y nos haya seguido el rastro nos pone en un peligro inminente a los tres y a toda la misión que nos traemos entre manos.
Marc y Nimue me miran sin saber qué decir. Al cabo de un rato, el silencio se ve roto por Marc.
-En mi opinión, pienso que deberíamos ir cada uno por nuestro lado. Sé que os alojáis en el mismo hotel, en la misma habitación. Pero fuera del hotel quiero que vayáis cada una por su lado. Pienso que es una manera para despistarle, aunque seguimos estando en peligro, puede que incluso más que si fuésemos juntos. Pero pensad que, si nos atrapa y estamos los tres, ya no quedará nadie que siga adelante con la misión. Por eso debemos separarnos. ¿Qué me decís?
-Yo estoy contigo-respondo
-Y yo.

-Bien-prosigue Marc-. Este es el plan: Saldremos todos los días a las 08:00 de la mañana. Cada uno irá a un sitio distinto de la ciudad, pero sin alejarnos mucho de la línea de playa, ya que los Buscadores solemos movernos por aquí. A las 22:00 nos veremos de nuevo aquí para comentar lo que hemos descubierto. Si encontramos a otro Buscador, deberéis llevarlo con vosotras y luego traerlo hasta aquí para contarle lo que debe hacer. ¿Entendido?

-Entendido-respondemos Nimue y yo al unísono

Después de esto, Nimue y yo volvemos al hotel. Aunque no lo parezca, ha sido un día largo. Se nos ha hecho de noche hablando con Marc y trazando un plan. Cenamos y decidimos acostarnos. Mañana empieza la verdadera misión. Me duermo nada más tocar la almohada, pero las pesadillas me invaden al instante. Una intensa mirada verde esmeralda invade mis sueños.





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